Vistas de página en total

domingo, 16 de diciembre de 2018

No dejemos de jugar...

Me despertaba en el día pensando en lo que pasaría si no dejáramos de jugar nunca. Si no nos olvidáramos de ser como los niños, que con su inocencia y sin hacer ningún daño, pueden estar pensando permanentemente en jugar, jugar cada día sin cansarse. En estos tiempos de cierta convulsión donde las noticias negativas de todo tipo nos asaltan y no nos dejan que pensemos en hacer las cosas más fáciles y ser un poco más felices, un grupo de gente reflexionábamos hace unos días y nos hemos dado cuenta de lo importante que puede llegar a ser pasar al menos un día divertido. Un día de no pensar en las cosas negativas que pasan a nuestro alrededor.
Una frase que leí hace unos días me ayudó a recordar ese tierno tiempo de la infancia..." No dejamos de jugar por hacernos viejos. Nos hacemos viejos porque dejamos de jugar"...una manera de resaltar la importancia de mantener un espíritu joven y de mantener la alegría y la ilusión durante toda la vida. Y es que este tiempo de egoísmos e individualismos no ayuda precisamente a pensar más en ese no dejar de jugar. Estoy seguro que hay muchas maneras de jugar y no hay que ser niños para seguir jugando, como viene a decir esa filosofía que se interioriza en la frase.
Un día cada año y van doce, un grupo de amigos y amigas nos juntamos alrededor de una idea. Como dice Guillermo, alrededor de un blog. No tratamos de descubrir nada nuevo, sólo descubrir lo importante que es compartir sentimientos e ilusión, darnos un abrazo, hablar y reír, pasando en cada ocasión un día inolvidable. Se trata de algo tan sencillo como es compartir amistad. Descubrimos la amistad hace esos años, la hemos fortalecido y con el paso del tiempo, nos damos cuenta de que sigue siendo uno de los grandes valores que encierra e identifica al ser humano.
También en cada ocasión descubrimos cosas. Cada ocasión es una magnífica oportunidad para descubrir algo de nuestra maravillosa región. Se lo decía a los compañeros de viaje. Cada kedada es una excusa para enamorarnos más de nuestra querida Extremadura, para seguir llenando nuestra alma de identidad por lo nuestro, para seguir reconociéndonos que no somos menos que nadie, para seguir profundizando con intensidad en la honestidad de los sentimientos y de ser un poquito egoístas queriéndonos un poquito más. Un amigo que se apasionaba con estos encuentros le gustaba decirme que Extremadura no había cambiado aún lo suficiente por lo que había que seguir cambiándola un poco más. 
Hay quienes a pesar de los años siguen preguntando qué son las kedadas. Mi respuesta hace unos días tenía mucho que ver con la frase que escribo en cursiva. Es una manera de seguir siendo jóvenes, de seguir haciendo algo normal, de seguir teniendo una actitud ante la vida, de seguir descubriendo que no hay que complicársela, de seguir fortaleciendo el noble ejercicio de la amistad.
Va a ser que hay que volver, va a ser que hay que seguir sin dejar de jugar...para seguir siendo felices.


6 comentarios:

  1. Querido AMIGO, que en ello te tengo. Momentos de recuerdo, momentos de amistad, momento de democracia.he podido hacer varios/as AMIGOS/AS que, además de los que han asistido, hay otras/os que no han podido estar, por unos u otros motivos. Ahora mismo, estamos un grupo de ellos: Ascen, Pedro, Toñi y yo mismo, recordando al "gran Soñador de Guardia", en la Cafetería-Bar Español, en las pasadas Navidades del 15. Querido Anselmo y "kedoso's", hasta la próxima. SALUD

    ResponderEliminar
  2. Un abrazo amigo Pache...son grandes momentos los que pasamos y eso hace más grande este lugar llamado kedada.

    ResponderEliminar
  3. No me ha dicho nadie la fecha de la quedada. Otra será si llegamos.

    ResponderEliminar
  4. Imprescindible para la vida las relaciones humanas, ya lo creo que sí. Y además compañeros/as y amigas/os, que lo sigáis compartiendo muchos años más. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Un placer haber coincidido con grandes amigxs y por haber hecho de embajador en nuestra primera K. Lo hemos pasado genial. ¡Fuerte abrazo, majetes!

    ResponderEliminar