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domingo, 2 de diciembre de 2018

Porque ya toca...

En estos días se está hablando de los proyectos industriales que van a instalarse en Extremadura. Mucho se ha escrito sobre los mismos y muchas dudas se han vertido en los medios. Se podría decir que muchos kilómetros de páginas de prensa publicados y generación de dudas creadas en la ciudadanía. Muchas veces nos hemos preguntado porqué en nuestra región no hay grandes proyectos industriales y muchas veces nos hemos preguntado si nosotros no teníamos el mismo derecho que los demás a tener grandes proyectos que quisieran instalarse en nuestra región. 
Se está diciendo y es verdad porque lo sabemos mejor que nadie, que tenemos muchos recursos naturales en nuestro extenso territorio. No sólo tenemos más agua y sol que en otros territorios, sino que también tenemos grandes espacios sobre el que proyectar posibilidades de industrias. Nos faltaba el que los promotores quisieran apostar por esas posibilidades que en nuestra región tenemos. Y ahora podemos decir que empiezan a llegar esos promotores con esos grandes proyectos industriales. Esto como casi todo en la vida, no es fruto de la casualidad. Siempre el trabajo y el esfuerzo es el mayor capital para poder llevar a cabo y terminar los proyectos que se empiezan. Trabajo y esfuerzo que esta ocasión han sido compañeros con otras alternativas que también tenemos en nuestra región. Entre ellas, la de una firme voluntad y compromiso desde el gobierno de la Junta de Extremadura de acompañar, ayudar, agilizar y facilitar la implantación de esas posibilidades de industrias.
Apostar por grandes proyectos industriales es apostar por posibilidades de empleo y generación de riqueza en la región. Apostar por la industrialización es apostar por creación de empleo y ayudar a el asentamiento de la población en el territorio. Apostar por proyectos industriales es apoyar el que nuestros jóvenes puedan hacer realidad la oportunidad de asentar su futuro laboral en nuestra región. Apostar por proyectos nuevos que puedan venir a instalarse en nuestra región es apoyar el cambio necesario para que Extremadura inicie el camino hacia la necesaria industrialización.
En los años 60-70 del pasado siglo, cientos de miles de extremeños y extremeñas tuvieron que emigrar y ayudaron con su esfuerzo y trabajo a crear riqueza en otros territorios. No hay ninguna familia extremeña que no tenga familiares en otras regiones y no haya sufrido la emigración. Podría decirse que Extremadura es un territorio universal. La historia siempre nos reconocerá como tierra de descubridores de nuevos espacios, de nuevos mundos. 
Hoy y con toda la prudencia del mundo, podríamos estar escribiendo las últimas líneas de ese espacio de nadie, de ese espacio que a veces han llenado de estereotipos sobre nuestro ser como somos. Hoy con toda prudencia, podríamos estar escribiendo las primeras líneas de la confirmación de un cambio y de una apuesta por la transformación real de nuestra región.

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