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domingo, 13 de enero de 2019

Museo Vostell y Los Barruecos...

Reconozco y hago pública cada vez que tengo una oportunidad mi pasión por lo nuestro. Es una forma de ser y de estar en contacto con las esencias, con nuestra identidad, con nuestro interior. Es seguro que hay muchas definiciones sobre ello. Es más que razonable y propio que cada uno tengamos una manera de interpretarlo, decirlo, sentirlo. Quizás por eso, es ese ser como somos. Es como una frase que me dijeron sobre el significado de un cuadro que se encuentra en el Museo Vostell Malpartida. Se trata de un cuadro que regaló Yoko Ono. Representa y es, una planta natural sobre un lienzo. Su definición viene a decir que "el arte es vida y la vida es arte". Lo nuestro que trato de decir, es cada rincón de esta nuestra bella Extremadura y este museo y el lugar, el marco donde se encuentra, es una pieza más de ese maravilloso paisaje natural y patrimonio inmenso que es nuestra Comunidad.
Hay muchas obras en el Museo Vostell que no entiendo. Cuando te la van explicando, le tienes que dar muchas vueltas en la imaginación. Para encontrar relación, vínculo. Para encontrar la originalidad de una obra. Un camino cerca de la puerta de entrada y en el medio del mismo, unos zapatos, botas, zapatillas...pintados, identificando una primera impresión de lo que te puedes encontrar dentro. 
Si pensamos que la colección que podemos ver es algo cerrado, nos equivocaremos. Es un museo cerrado, pero completamente abierto a la mente. La mente tiene que estar abierta a la reflexión sobre lo que fue una idea de este artista. Es una comunicación o no, entre el artista y la sociedad, entre la vida y la propia condición humana. Es un territorio por explorar, del que cada uno podemos hacernos una idea. A veces sin entender lo que puede llegar a decir, en otras queriendo que la imaginación te comprometa y entonces tienes que concebir la obra como una renovación del campo artístico, extensiva a la vida nuestra y simiente de una transformación social. No hay normas y esa es una característica del movimiento Fluxus, una nueva forma de arte, donde todo vale y sin embargo nada es imprescindible. Hasta una foto de la transhumancia se refleja en una de las salas, como origen de lo que fue en el siglo XVIII, un antiguo Lavadero de Lanas.
Un nuevo encuentro de amigos y amigas en este paraje y paraíso natural de Los Barruecos y del Museo, nos permitió vivir una jornada inolvidable. Es un grupo humano en el que la unidad y el compromiso se fortaleció un día redoblando esfuerzos. Y ese compromiso continúa y continuará, porque las personas se reconocen en el espacio de los valores y de los sentimientos.
Vostell en un encuentro con pastores en los Barruecos, decía que todos somos alumnos y todos somos maestros. Arte es Vida, Vida es arte...y en ello se valora la sencillez, el grito del pájaro, el balar de las ovejas, el idioma de las piedras...y las piedras de Los Barruecos tenemos la suerte de que forman parte de nuestra maravillosa Extremadura.

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