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sábado, 10 de agosto de 2019

Recuperar la memoria...

Esta semana se publicaba en el Boletín Oficial del Estado un edicto que  recoge el listado más completo de los más de 4000 españoles que fallecieron en los campos de concentración nazis de Mauthausen y Gusen. La mayoría de las víctimas eran republicanos que habían cruzado la frontera francesa en los últimos meses de la Guerra Civil. También de alguna manera en relación con ello, hace unos días, una entrevista en un medio regional me hizo recordar un testimonio que viví hace unos años  en Badajoz en una conferencia de Dulce Simoes. En esta ocasión, la entrevistada era una señora mayor (tía Xica) que nos habló de la localidad portuguesa de Barrancos, de sus gentes, de un militar portugués que se plantó ante su superior y de la solidaridad mostrada por los vecinos al acoger a más de un millar de refugiados extremeños que huían de la Guerra Civil y de una muerte segura de haber seguido en nuestro país.
En unos días se celebrará como cada 15 de agosto en el cementerio viejo de Badajoz un homenaje. Un acto tradicional y de recuerdo a las víctimas del franquismo. Un acto para reivindicar la memoria y rendir homenaje a los fallecidos durante la toma de Badajoz y los fusilamientos posteriores. Un acto que no pretende generar polémica, sólo que no se olvide lo que pasó y por supuesto reivindicar los nombres de aquellos que perdieron la vida, víctimas de una masacre. Se trata de recuperar cada año la memoria que nos habían enterrado.
Escuchaba y leía en esta semana testimonios de víctimas. Algunas respuestas de la tía Xica me hicieron recordar algo que me contaron siendo pequeño..."parece que la estoy viendo, iba así pelaíta, rapá". Un suceso sufrido por un familiar me vino a la memoria. Fue un saludo confuso o sentido, pero el caso es que se la llevaron y cuando la devolvieron apareció, como la tía Xica respondía en la entrevista, "rapá". Han pasado muchos años y se seguirá recordando, porque la historia ya no puede esconderse. Es como los datos de los españoles que fallecieron en los campos de concentración que a pesar de haber estado arrinconados en unos viejos libros del Registro, al final la historia los reconoce.
Creo que la historia reconoce este sentimiento con el paso del tiempo. Creo que esto sucede siempre y ahora cada vez más porque la Ley de Memoria Histórica así lo ha reconocido por fín. 
Como decía el escritor portugués José Saramago... 'Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia"... Mientras tanto y como un pequeño homenaje al recuerdo de todos aquellos, me envuelvo en la lectura de esa novela escrita con una ternura y una lucidez que refleja la experiencia del protagonista.

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