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domingo, 2 de agosto de 2020

Momentos de la vida....

Y se incian las vacaciones y las cosas siguen igual. Bueno, igual exactamente no. Seguiremos escuchando y hablando sobre lo que venimos sufriendo desde hace cinco meses, pero aparte de tener que estar soportando estas temperaturas, necesitamos desconectar de todo esto al menos durante unos días. Hay que intentarlo. Tenemos que volver a nuestros pensamientos donde podemos encontrarnos bellos momentos vividos. Son esos momentos mágicos, en  los que nos dejamos asaltar por esos reencuentros de otro tiempo no lejano. Son aquellos que tienen un valor inmenso, porque nadie los ha vivido. Sólo tú. Es muy positivo y gratificante hacer este ejercicio, porque conseguimos que nuestra mente se libere. Incluso, hasta podemos llegar a sonreir.
Pensaba en ello en ese trayecto entre el Guadiana y el Tajo. En estos días donde se producen reencuentros con amigos y familiares. Aunque este año será distinto, porque la gente está más en sus casas que en el contacto de la calle. Estamos llegando a un tiempo en el que las historias guardadas y que se almacenan en el disco duro de la memoria, se rebrotan y nos golpean. Pensamos en los momentos vividos a lo largo del río de la vida, para no olvidar que al final la vida es un pequeño soplo de libertad que se comparte con el tiempo que convivimos, un tiempo que pasa y que no vuelve.
En ese tiempo del rio de la vida nos pueden asaltar momentos en los que nos hubiera gustado tener conversaciones con los seres queridos que hoy ya no están a nuestro lado. Son aquellas conversaciones y recuerdos que nos hubiera gustado volver a compartir. Porque la experiencia y la mirada hacia atrás nos puede hacer recordar aquellas preguntas que nos habría gustado hacer. Porque esas respuestas que viven de la sabiduría del tiempo y de la vida, te hacen pellizcarte desde la profundidad de los sentimientos.
Y en esta etapa en la que ya hemos pasado por varias entradas y salidas nos empezamos a dar cuenta mirando hacia atrás, de que tal vez nunca fuimos tan sinceros ni honestos con nuestras emociones y sentimientos como durante la etapa de la adolescencia. Quizás es que los recuerdos nos lo muestra de esta forma. Quizás es que la sinceridad nos lo muestra así y es la fase del rio de la vida en que tomamos conciencia social y comenzamos a pensar en situaciones que no se limitan a lo que vemos, oímos y podemos tocar en nuestro entorno más cercano.
En una de las conversaciones de la semana escuchaba en silencio como puede llegar a brotar la vida. Cuando una mirada te puede llegar a decir más que las palabras. Cuando un beso te puede llegar a acariciar por dentro sin apenas rozarte. Cuando un abrazo, una mirada y un beso puede conseguir llevarte al interior de los sentimientos....al final la vida, es eso,  un pequeño soplo de libertad que compartimos con los momentos que vivimos.

2 comentarios:

  1. Bueno, esperemos que nos toque con suerte vivir mejores momentos que los ya vividos hace años

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