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domingo, 26 de julio de 2020

Mi sistema...tu sistema....Nuestro sistema.

Esta semana ha habido práctica unanimidad en las portadas de los medios al calificar como "histórico", el acuerdo alcanzado por los máximos representantes de la Europa de los 27 para relanzar las economías europeas y afrontar de esta forma las repercusiones del covid-19. Al margen de los aplausos y bendiciones del acuerdo y la distinta forma del reconocimiento por unos y por otros, lo que hubiera sido positivo y politicamente elegante, es reconocerlo como un gran acuerdo por lo que recibirá nuestro país. Un acuerdo que resuelve y remarca las diferencias del cómo se resolvió el inicio de una crisis, la del 2008, y el inicio de la actual. Quizás la mejor expresión a nivel de imagen del significado del acuerdo, es que los únicos aplausos que se hubieran producido hubieran sido los realizados  por la unanimidad del Congreso. Algo parecido a lo que ha sucedido en el Parlamento  de Italia, donde todas las fuerzas políticas han aplaudido la gestión y el acuerdo conseguido por su Jefe de Gobierno. Pero será que nos sigue persiguiendo aquel dicho de "Spain is different"....
En lo que va de siglo, hemos tenido que afrontar dos crisis. La actual, sin poder evaluar hasta dónde va a llegar. Pero la impresión a veces es que se reacciona como a fuerza de impulsos por imperiosa necesidad. Algo así, como que cada vez que suceden, descubrimos que Europa no está suficientemente cohesionada en un proyecto europeo para hacer frente a un problema que es global, como se ha puesto de manifiesto con la pandemia del covid-19. Tiene que suceder una crisis para responder y conseguirse avances. Se hacen cumbres que se resuelven en reuniones maratonianas, como dando la imagen de que nadie quiere ceder a los que piden o necesitan, porque realmente nadie quiere dar. Se reproducen los ejes norte-sur. Es algo que se repite y que puede que aleje a los ciudadanos de creer realmente en la Unión Europea.
Quizás hayamos escuchado o leído en alguna ocasión que los tiempos de crisis son momentos también de oportunidades. Las oportunidades como momentos que pueden aportarnos razones para arriesgar y ello puede llevarnos a situaciones reales de cambios que nos posicionan y nos hacen tomar decisiones, aunque no exista ningún manual. Sólo el que la experiencia nos aportó de lo que hicimos y no salió bien, porque al final es lo que perdura en nuestra memoria selectiva y es que nada asegura mejor el aprendizaje tras una crisis.
Uno de los mejores ejemplos del aprendizaje de esta crisis podría ser el ordenar, regular e identificar aquello que no funcionó en esta España autonómica y que en estos últimos días estamos comprobando. Aquello que debería ser objeto de regulación en competencias cedidas. Aquello que al ser de todos o parecerlo, al final parece que no es de nadie, porque es competencia universal y todos de alguna manera se refugian en ello, para no asumir la responsabilidad cuando las cosas no van bien o no funcionan. Me refiero al ámbito de las competencias que afectan a la salud, para que nadie pueda hablar de "mi sistema" de salud. Porque si algo ha quedado claro en esta crisis es que una pandemia no conoce de fronteras ni de sistemas al no tener límite su capacidad de expansión.
Ojalá Europa haya dado un paso histórico no solo en conseguir un gran Acuerdo para afrontar mejor los efectos de esta crisis. La experiencia nos debería aportar que en una crisis global y esta lo es, sus efectos son globales y afectan al conjunto de la humanidad, por lo que convendría guardarlo en la memoria selectiva, reconociendo que las decisiones y las medidas trascienden los territorios....y es por ello que quizás sería adecuado que lo que nos afecta a todos, estuviera en un solo sistema para entre otras cosas, nadie pudiera hablar de "su sistema".

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