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domingo, 11 de octubre de 2020

Una semana más y van....

Una semana más y van....podría ser el título de cualquier libro o película, porque la situación del "bicho" y lo que está generando, ha escrito más kilómetros de páginas en la prensa que kilómetros de autovía hay en nuestro país. No es por tomarle la temperatura con un poco de distancia o ironía, sino que es rara la semana en la que es casi imposible dejar de escribir de alguna consecuencia o de algún hecho destacable provocado por el virus y que además ocupa la portada durante varios días en los medios.

Fue Pedro Pacheco en aquellos años alcalde de Jerez, quien en unas declaraciones públicas, pronunció la famosa frase "la justicia es un cachondeo" como consecuencia de la situación que le produjeron unas actuaciones judiciales que posteriormente le llevaron a cumplir condena en prisión y a ser inhabilitado para el ejercicio de cargo público. No sé si la justicia es un cachondeo o no, pero hay veces que su nivel de protagonismo bien sea por algún interés de quien lleve el asunto o por su papel de estar presente en la actualidad e incluso que coincidan sus resoluciones con algún acto importante de presentación en el país, pero el caso es que está llevando a que los ciudadanos la situemos en un nivel de confianza y de percepción de su independencia bastante malo o muy malo.

En uno de los grupos de WhatsApp que comparto para hablar sobre todo de fútbol y del Badajoz, hay veces o muchas veces que la polémica se deriva hacia el ámbito político. Es imposible no hacerlo. Les suelo decir a los amigos "que sería de vosotros si no existiese la política". Y es que aquellos que dicen que a mí no me interesa la política, están en realidad apoyando a quienes la ejercen, porque lo político es consustancial a la persona, aparte de que no es verdad que no les interese porque es difícil no decir o hacer algo que no sea política o tenga total relación con la política. Por eso, cuando hay jueces que dicen ser independientes yo no tengo dudas de que no lo son, porque hasta en su máxima institución, el CGPJ, interviene la política tanto en su composición como en su ejercicio y al final representa ser un reflejo exacto de la geografía política y de la representación parlamentaria de lo que hay en el país.

Por ello y por otras razones nunca se habló tanto de las decisiones judiciales en cuestiones que no fueran propias de corrupción y desvíos de fondos como en la actualidad. Pero es que de nuevo dos resoluciones judiciales de Tribunales Superiores de Justicia de distinta Comunidad Autónoma han vuelto a marcar las contradicciones de sus decisiones. Una revocando el confinamiento perimetral de Madrid y otras ciudades, que había impuesto a través de una orden el Ministerio de Sanidad ante la escalada de contagios en esta segunda ola, y otra de Castilla y León que se pronunciaba ratificando la misma orden que en Madrid se había revocado. 

Los contagios en Madrid han encendido todas las alarmas del resto del país y el enroque de la Presidenta de la Comunidad y el no querer atender las decisiones del Gobierno Central sobre el descontrol de la pandemia, ha sido determinante para que el Gobierno haya decretado el Estado de Alarma. Una decisión que muchos ciudadanos pensamos que no debía haberse tardado tanto tiempo en tomar, porque las consecuencias al final las podemos pagar todos, y todos no somos igual de responsables en este enorme desconcierto que tiene y genera el gobierno de la Comunidad. 

Ya lo dijo Aristóteles: "el hombre es un animal político".... y todos en mayor o menor medida participamos en los asuntos públicos, porque vivimos en una sociedad organizada políticamente y nadie, incluidos los jueces, puede desatenderse de esa sociedad porque estaría tomando partido en favor del que de hecho gobierna.

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