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domingo, 16 de mayo de 2021

10 años del 15M....

Sólo pasaban algunas semanas desde que se habían celebrado las elecciones autonómicas del 2011. Aquellas elecciones donde se castigó con el voto a quien no se debía, pero no es la primera vez que pasan estas cosas en la política. En mi manía de escribir en el interior de los libros, por aquellos días escribí "hoy no tengo prisas por mirar, tengo mucho tiempo para observar, ahora parece que el tiempo pasa más despacio, la batería del teléfono dura más y no hace falta su carga diaria. Son síntomas de que las cosas empiezan a cambiar. Ahora hay que afrontar la nueva realidad". Una reflexión realizada en el interior de un libro, un libro cuyo alegato contra la indiferencia contribuyó a despertar la conciencia de miles y miles de indignados.

Y ahora que se celebran diez años de un capítulo importante de la historia política de nuestro país, parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo en reflexionar sobre lo que representó y significó aquel mayo del 2011. Muchas de las cosas y de los cambios que hoy tenemos, debemos agradecerlo a aquella movilización. Una movilización social sin precedentes. Un movimiento que se empezó a conocer en todo el mundo, el 15M, un estallido social que revolucionó la forma de hacer protesta en las calles. El clamor de los llamados "indignados" contra la crisis, los recortes, la precariedad y contra un sistema político en el que no se veían representados. No fueron los Sindicatos ni ningún partido político los que iniciaron el movimiento. Ciudadanos sin nombres, jóvenes y mayores, pero que supieron capitalizar el enorme descontento social que existía en nuestro país. Un movimiento que ayudó a revitalizar la democracia. Una plaza llena de gente. Acampados que llegaban de todo el territorio, pero que extendieron su descontento en las plazas de toda España. Si el mayo del 68 quiso romper radicalmente contra el sistema, el 15M supuso una serie de cambios de carácter reformista que hoy aún continúan. Como le escuché a uno de sus protagonistas anónimos: no es que vayamos despacio, es que el camino es largo. Y el camino recorrido ha introducido durante un tiempo un aire nuevo, ha conseguido que haya más conciencia social hacia muchos problemas, pero también se hace necesario retomar algunos de los orígenes para aquellas oportunidades que quizás se perdieron por el camino, para rescatar la memoria de aquel tiempo de protesta en el que todo parecía posible. Un tiempo que resultó ilusionante y que con todos los cambios que consiguió, hay que seguir reivindicando.

Ha coincidido la conmemoración de estos diez años con la finalización del Estado de Alarma. Desde hace pocos días las Comunidades Autónomas han tenido que regular las restricciones. No hay las mismas medidas en cada territorio y el fin del toque de queda, los levantamientos de los cierres perimetrales, la no limitación del número de personas que pueden reunirse, los distintos horarios y aforos, así como la capacidad en eventos, hostelería, comercio y otras medidas, son el marco en que los ciudadanos de los distintos territorios nos vamos a mover con el control de los tribunales de justicia en cada Comunidad. Claro que como somos tan diferentes, nos encontramos unos tribunales concediendo unas medidas y otros negándolas. Serán los nuevos tiempos que nos vienen, pero causa perplejidad el que no haya una norma uniforme para todo el país.

Y como este tiempo se muestra así de coincidente, hay hechos que vienen a poner en abierto los cambios que también se han dado en nuestra sociedad. No sólo son las redes sociales los que lo fomentan, sino también los medios tradicionales y un ejemplo de estos últimos días, ha sido el tratamiento que se le ha dado a la decisión de cortarse la coleta por Pablo Iglesias. Es increible. Un gesto simbólico que marca su decisión de acabar su etapa en la cosa pública y en la primera línea de la política. Muy respetable su decisión de acabar su carrera y muy de respetar su elección. Igual debería de ser por parte de todos, pero este tiempo es distinto y no todo el mundo lo entiende así. Esta sociedad ha cambiado, pero hay muchas cosas que sólo han sido un cambio de fachada y tengo mis dudas de si como decíamos al principio.... "cuando volvamos seremos distintos, pero ya somos mejores".

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