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domingo, 9 de mayo de 2021

Hay que centrar el "tiro"....

"Alguien tiene que asumir la responsabilidad para mantener la dignidad de este partido"...Son las palabras con las que ha presentado la dimisión José Manuel Franco, que era el líder de los socialistas madrileños. Reconoce que no se esperaban una debacle de las dimensiones que se han producido, pero que han sido muchos los factores que lo pueden explicar. Siempre es de resaltar y agradecer que haya dirigentes que reconozcan la responsabilidad, aunque no es el sólo quien debería hacerlo. En un encuentro con un viejo militante que suele reflexionar en prensa y dentro del partido sobre lo que nos está pasando a los Socialistas, me comentaba que estamos cansados de tanta ideología enlatada, llena de eslóganes y de marketing, cuando lo que necesitamos es la filosofía ideológica terrenal. Me parecieron unas palabras que tienen mucho sentido y que muchos pensamos que son una razón de peso que pudiera explicar muchas de las cosas que están pasando.

Claro que Madrid es sólo Madrid, pero lo que pasa en Madrid llega a todos los rincones del mundo. No seré yo quien diga que es una situación extrapolable a otros territorios y otros procesos, pero hoy el voto no es igual que antes y nadie tiene la posesión de la certidumbre de la decisión, porque esta es individual y secreta. Porque cuando las decisiones de elección, se gestan desde los despachos y no se conectan con la voluntad de los ciudadanos, aparecen las consecuencias y estas tienen causas que no deberían quedarse sin reflexionar. Y hay formas y maneras para no dejarse llevar por el ruido de la corriente, y es no errando de nuevo en la estrategia. Quien capta y empatiza con el votante que no tiene su decisión definida, es el que podrá tener más apoyos en el futuro. Quien no sepa generar empatía y ponerse en el lugar de la persona que tiene un problema, está perdido. Porque la gente quiere que se le escuche y no que sea una "máquina" quien le dirija la palabra.

Porque cabe preguntarse si se está produciendo una desconexión con la base social. Cabe preguntarse si los efectos tienen que ver con el diseño de la propia campaña en sí. Una campaña que ha dado vueltas de protagonismo y de retroceso, sin un discurso definido y tutelada desde otras instancias. Cabe preguntarse si es un castigo a cómo se está gestionando la crisis y si la ciudadanía no está entendiendo los enormes esfuerzos que se están haciendo, porque también es posible que la gente haya votado en clave de fatiga pandémica. Cabe preguntarse si se está perdiendo el debate sobre algunas de las identidades propias del ámbito político de la izquierda. El debate de explicar las cosas antes de aprobarlas y enviarlas en un papel, el debate sobre lo que significan y representan los impuestos, el debate de la necesidad de hacer más pedagogía de las cosas, el debate de hacer lo que se dice y decir lo que se hace y porqué se hace. Porque cabe preguntarse si está pesando más la marca del líder que el proyecto en sí, y si esto es positivo por la desconexión que puede llegar a provocar. Causa asombro y perplejidad haber dejado que la ganadora Ayuso haya monopolizado la palabra "libertad" pidiéndolo en la calle y no se haya contrarrestado. Cabe reflexionarse, porque hay muchas referencias de la izquierda, pero pocas que representen y que signifiquen tanto como la palabra libertad. Hay muchas más razones que podrían exponerse y los que mejor lo saben, son los que las han sufrido. Pero se haría bien en no dejar pasar el tiempo sin afrontarlas, porque el tiempo en política pasa más rápido de lo que parece y la gente no olvida, y más con una situación de dificultades e incertidumbres personales, económicas y laborales.

Y como no todo es el ruido de las elecciones y ahora que el Estado de Alarma se acaba, debemos de pasar a estar en un estado muy de alerta, porque el "bicho" sigue moviéndose y hay que seguir con la política de vacunaciones lo más rápida y eficazmente posible. Son tiempos para centrar el "tiro", no son tiempos para desviarlo. No es aconsejable dejar que pase el tiempo y pensar que lo que ha pasado, ha pasado por casualidad. Todo tiene unas causas y hay que asumir que cuando miles de personas toman una decisión no se equivocan. Por eso no se trata de regañarlas, sino de persuadirlas y convencerlas con la palabra, pero sobre todo con los hechos.

2 comentarios:

  1. La familia socialista debería de dejar de contestar a las provocaciones de la derecha y sobre todo a justificarse y explicar cada medida política que aplica y por qué la lleva a cabo aunque no guste a una mayoría como puede ser el peaje en autopistas por ejemplo pues que diga con valentía que se necesita ese impuesto y que de verdad aplique otros que podría y debería a los ricos y no comprendo porqué no están cobrandolos.

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  2. Estimado amigo, pones un ejemplo que podría suscribirse por la mayoría. Las cosas tienen un porqué?....Y no debería resultar difícil explicarlo. El problema es que no se quiere y eso es lo que hace caer en muchas de las consecuencias que después lamentamos. Un abrazo y gracias por tu comentario.

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