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domingo, 21 de noviembre de 2021

Otros efectos de este tiempo....

En las redes sociales encontramos a veces argumentos positivos y otros no tanto, sobre diversas noticias. No es nada nuevo lo dicho, pero conozco muy pocos que puedan decir que pasan de las redes. Podríamos decir que las nuevas autopistas de la información por las que circulamos los que paseamos por ellas, nos ofrecen en muchas ocasiones una especie de parada en el camino de la historia. Un camino en el que hoy los conocimientos no se pierden, sino que se acumulan. Miramos hacia atrás y gracias a las hemerotecas podemos comprobar casi todo. Son como unas encuestas, pero con la salvedad de que éstas las vemos más cerca, porque las podemos interpretar cada uno con nuestra lectura del día a día y al ser recientes por las últimas crisis vividas,  a veces hasta podemos recordarlas y compararlas.

El blog empezó siendo un cuaderno donde reflexionaba sobre lo cotidiano de la vida y de los problemas que como ciudadanos tenemos, observamos y sufrimos. Cambios en las bitácoras los ha habido y entre los políticos, muchos. Antes era raro el político que no tenía un blog, hoy lo raro es encontrar un político que lo tenga. Con sus defectos y sus cosas, el blog lo comenzaban pero poco tiempo después, se cansaban. En mi caso y así es desde el principio, después de publicar el post en las redes, aparecían comentarios por privado y posteriormente se me ocurrió enviarlo a un grupo de personas, no sólo a los seguidores. Es curioso, pero uno de los cambios experimentados y que es consecuencia del protagonismo de las redes, es que hay quien le da a me gusta, otros comentan en público y una gran parte lo hace a través de mensajes por whatsapp. Hay también quien me comenta cuando nos vemos y hace unos días tuve una charla reflexiva con un compañero sobre percepciones y consecuencias de lo que está pasando. "Me decía que percibía que la gente estaba disconforme y se quejaba casi por todo. Cualquier punto de malestar, aún incluso sin ser importante y prioritario, tiene una repercusión en la gente que nos cuesta convencer de que se está haciendo todo lo posible por resolverlo". Es lo que se percibe y que a veces no aparece publicado pero que en la calle se empieza a escuchar, a pesar del gran esfuerzo que se está haciendo por parte del Gobierno en ayudar y encontrar soluciones a las consecuencias que la pandemia está teniendo en la economía, en la sociedad en general y en millones de ciudadanos en particular.

Porque hay consecuencias de este último tiempo que no se miden o no se expresan con claridad, pero que a veces aparecen en forma de malestar y cabreo consiguiendo que la gente tenga un comportamiento más irascible. Un estado que podríamos introducir dentro del ámbito de la salud mental porque son comportamientos y actitudes que forman parte de ello. Y ésta que es una situación que puede provocar cambios en las personas, también puede producir y ampliar cambios que pueden favorecer y unir otros tipos de malestar, porque fuera del ruido habitual y de los foros donde la clase política intercambia acusaciones a diario, la gente tiene problemas reales. Y es por ello por lo que se están desencadenando conflictos sectoriales importantes como el de los transportistas y los metalúrgicos, los ganaderos y agricultores, el comercio y los autónomos, los sanitarios y los policías, además del pulso que los grandes empresarios están manteniendo con las pensiones y la reforma laboral.

Es complicado este periodo actual hasta para aplaudir, porque ya incluso se nos ha olvidado el porqué de aquellos aplausos de no hace demasiado tiempo. Quizás fue que los gastamos y hoy incluso aquellos a los que iban dirigidos, no solo los sanitarios, están cansados de tanto esfuerzo y algunas dosis de incomprensión. Recordaba la charla y nos advertíamos los dos sobre a dónde conduce una situación que está provocando una mayor polarización y fomento del cabreo, favoreciendo de esta forma a una ultraderecha que está sentada tocando las palmas desde la observación y sin ningún tipo de desgaste. Y es que hay cosas que aunque aparezcan o no por las redes, nadie las quiere creer hasta que no llega el momento y entonces sucede que cuando nos queremos enterar, ya puede ser tarde.

4 comentarios:

  1. Buenos días, nada nuevo, lo fácil es opinar y criticar, lo difícil gobernar y tomar decisiones, todos los bandos, cuando han estado en uno un otro lado, han hecho uso de lo anteriormente expuesto, el problema es que el nivel de los que nos gobiernan no están a la altura de la circunstancias, hay problemas que demandan soluciones: subidas de luz, gas, comisiones bancarias, productos de 1.ª necesidad, acatar órdenes europeas en lo referente a la fijeza de interinos en fraude de ley por llevar más de 3 años ininterrumpidamente en sus puestos de trabajo, gastos de constitución de las hipotecas, etc., etc., y no ser la última comunidad autónoma de España en aplicar el MOVES III, en tener comunicaciones dignas por tierra y aire, en solucionar el grave problema del Guadiana y su camalote, etc., etc., queremos gobernantes a pie de calle y cercanos a los problemas del pueblo y que no miren y hagan lo que les digan desde Madrid para mantenerse en el puesto. Salud y fuerza !!

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    1. Gracias por el comentario Victor. Hay problemas que enumeras que no deberían convertirse en problemas, pero es cierto, que aunque son pequeños sí que dejan perplejidad en los ciudadanos. El asunto de las comisiones bancarias, la subida de la luz o del gas son problemas que afectan directamente al bolsillo de los ciudadanos y deberían tener una respuesta por parte de quienes los generan. Un saludo.

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  2. Muy de acuerdo, Anselmo. Creo que hay que frenar, repensar, estudiar lo que es mejor para el mayor número de población posible. Vamos a varios titulares por día...

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    1. Gracias Juan por tu comentario. Hay que repensar como dices pensando en la gente, en lo que está pasando y en las consecuencias que puede tener para todos y todas el no hacerlo. Un abrazo

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