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domingo, 19 de junio de 2022

Por qué esconderlos....

La cita que encabeza el blog habla sobre las emociones y los sentimientos que a todos nos suceden en ocasiones. Besteiro decía que siempre encontramos algún amigo con el que conversamos e interiorizamos. Esta semana hablando con un amigo que sigue desde el principio el blog me lo señalaba. Es cierto que durante nuestro río de la vida nos encontramos con momentos llenos de emociones y sentimientos. Son esos momentos que se notan y no se pueden controlar. Algo de todo ello me pasó durante el día de ayer con la presentación en mi pueblo de los dos volúmenes que forman el blog. Tanto por el lugar como por los reencuentros. Tanto por los recuerdos como por el momento. Son los espacios de los sentimientos que golpean suavemente la conciencia y no pueden evitar esos instantes de tener que mirar hacia arriba y encontrarte con ellos. 

Les decía a todos los amigos y amigas que ayer asistieron a la presentación que siempre hablar en público impone y es un pequeño reto. Pero hacerlo además en el pueblo de donde es uno, no sólo se convierte en un reto, sino que es un verdadero sentimiento de pertenencia y de mucha emoción, porque a los garrovillanos se nos nota cuando hablamos y no sólo por nuestra forma de hablar, se nos nota porque tenemos esencia e identidad con nuestro origen porque nos sentimos muy orgullosos de ser de un pueblo que además de ser maravilloso, tiene en su gente su mayor patrimonio. Pienso que a todos los que somos de pueblo nos debe pasar lo mismo. Es el origen que debe formar parte siempre de nuestra personalidad y de nuestra esencia. Se nota.

Algunas veces nos hemos preguntado sobre la relevancia de esos momentos. Creo que ello forma parte de la naturalidad y la sencillez porque al vivirlos los sentimos y reforzamos los lazos con nuestro origen y ello es algo natural que no se puede esconder. Por qué esconderlos?. También algo de esto es el blog y en el día de ayer lo pude comprobar mientras hablaba mirando a la gente porque compartir emociones, argumentos y sentimientos forma parte de la esfera privada de las personas. Y es que pienso que esta sociedad que construimos está olvidando y escondiendo esa naturalidad y sencillez que siempre debería ser una de las características del ser humano. Emocionarse no es debilidad. Es sentir como somos y sacar hacia afuera los impulsos que tenemos dormidos dentro de nuestro interior. Es ser uno mismo.

No podré olvidar el día de ayer en las antiguas escuelas, hoy Casa de Cultura. Quise subir y bajar en varias ocasiones las escaleras para recordar mi infancia y juventud. Volvía a reencontrarme con la escuela, con los primeros años, con los primeros "novillos". Con ese llegar a la clase tarde y empapado después de haber jugado un partido de fútbol. Cuando hablaba pude observar y comprobar el silencio. Disfrutar con la mirada del momento. Cuando firmaba los libros pude tocar y sentir el calor de la gente. Con los abrazos no pude controlar algunos recuerdos y los escribí. Son los momentos de nuestro río de la vida. Son los momentos inolvidables que tienen un valor inmenso y que se guardan en el rincón más preciado que tenemos los humanos. Son los momentos que afloran y que reivindican ese sentido de la naturalidad y la sencillez que deberíamos no perder toda la humanidad.

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