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domingo, 20 de noviembre de 2022

Mundial de fútbol....

Mucho se está escribiendo en los medios desde que los dirigentes del fútbol mundial decidieron que se celebrara el Mundial en Qatar. Hay que llamarles dirigentes porque los Consejeros de la FIFA son como los miembros de los Consejos de Administración de las multinacionales que se van a repartir los grandes beneficios antes y después de conocerse la cuenta de resultados. Dará igual el resultado, porque para ellos ya se ha justificado su decisión. Porque esto ha querido presentarse como una votación, pero había una decisión tomada antes de que se supiera el resultado. No importa el que se hayan cambiado las normas y las fechas, da igual que en el país donde se va a celebrar cumpla o no con los derechos humanos, ha dado igual que hayan trabajando migrantes a 50 grados, sin una adecuada alimentación y sin agua potable y sigue dando igual que hayan muerto muchos trabajadores durante la construcción de las instalaciones. Todo esto y más a los Consejeros FIFA les ha dado igual. Ellos no van a cumplir en sus reservados lo que el país tiene prohibido por sus normas. 

Cuando escribo estas líneas reflexiono si ante tanta polémica como la que está suscitando esta celebración y que se sabía que iba a ser así, debe un deporte como el fútbol someterse a todo ello, o es que sencillamente el fútbol dejó hace tiempo de ser sólo un deporte para pasar a ser como mucha gente pensamos a estos niveles, que el fútbol antes que nada, es un negocio y después será otras cosas. Y debemos pensar algo así, por la cantidad de hipocresía y de doble moral que se mueve en estos espacios donde todo se olvida o sencillamente se obvia. Las propias declaraciones del Presidente de la FIFA parecen venir a marcar el territorio cuando ha acusado de esa doble moral a toda Europa. 

Y como si se tratara de una colección de cromos, todo esto que ahora debatimos y denunciamos es seguro que pasará al olvido desde el momento que la pelota empiece a correr. Entonces nos olvidaremos porque el fútbol se convertirá a partir de ese momento en otra cosa y nos sentaremos ante la "caja tonta" y no nos acordaremos de lo que antes denunciábamos. Este mundo lo hemos construido así. No hace falta poner ejemplos porque los vemos en todos los ámbitos. Es como si hubiéramos normalizado el mirar hacia otro lado o ponernos de perfil y en ese sentido sí podría considerarse las declaraciones de Infantino como acertadas. Ya estamos preparando y marcando en el calendario los partidos que queremos o podemos ver. Lo saben, porque por esa razón la FIFA, sus patrocinadores y las grandes empresas implicadas han hecho sus cuentas y la suma de los ingentes beneficios económicos les cuadran.

Los máximos dirigentes del fútbol mundial lo saben y quizás por ello las declaraciones del Presidente de la FIFA veinticuatro horas antes aparte de la polémica generada, busquen también justificar sus buenos ingresos. Lo saben. Saben que a partir de que el árbito inicie el primer pitido la polémica se acaba, porque entonces todos tendremos conversación sobre la que polemizar. De los nuestros y de los que tienen su última oportunidad, pero sobre todo de los nuestros. Porque con el seleccionador que tenemos la polémica está servida, no hace falta nada para alimentarla porque ya se encarga él solito de que la cosa sea así. Le va la marcha y los periodistas están encantados. Pues eso, el fútbol es polémica y esta ya hace tiempo que se convirtió en protagonista. Si no existiera habría que crearla, porque a todos nos encanta y así todos creemos saber algo de todo....es la doble moral, esa de la que tanto se practica y no queremos reconocer.

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