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domingo, 27 de noviembre de 2022

Hablar en silencio....

En estos últimos días donde el otoño ha aparecido para poner un poco más de color a nuestras cercanías, me he reencontrado con algunos pasajes de hace algún tiempo. Un tiempo donde la distancia desde lo recorrido y el trayecto que continúa me hace que me siga reencontrando en el espacio de la reflexión y de los sentimientos. Esta última semana se han celebrado diversos actos para expresar la repulsa y el rechazo hacia la violencia contra la mujer. Siempre hay un momento para pensar cuando se celebra un acto de este tipo. Es algo que forma parte de lo interior, pero que es una manera de responder, aunque la respuesta contra la violencia machista no puede ser nunca el silencio. Las manifestaciones nunca pueden ser en silencio y esto es algo que viene pasando en los últimos años cuando celebramos el 25-N. Se ha dejado de escuchar en las mismas el grito y los mensajes, y aunque no tienen porque ser la característica, es una manera de reivindicar en voz alta compartiendo el rechazo desde la calle con el objetivo de intentar sensibilizar y llamar la atención para ser más contundentes expresando el rechazo a la violencia contra la mujer.

Pasaba la manifestación de Badajoz a la altura de uno de los grandes centros comerciales y en uno de los laterales se encontraban en unas gradas alrededor de un centenar de niños y niñas que estaban cantando. Estaban vestidos con el gorro típico de estas próximas fechas. Mientras pasábamos a escasa distancia de ellos y aunque se encontraban de espaldas se giraron y observaron durante unos momentos a los que estábamos manifestándonos. Me pregunté que pensarían estos niños y niñas. Qué preguntas se harían y si encontraron posteriormente alguna respuesta de sus padres, madres y abuelos que los estaban observando mientras cantaban. Igual hasta yo mismo estoy suponiendo algo que después no se produjo. Acompañado de dos amigos nos preguntamos algo parecido y casi nos interrogamos, porque coincidiamos en que esta sociedad está cambiando tanto en los últimos tiempos que igual el tiempo de preguntarse hasta ha pasado y no nos hemos dado cuenta de que cada vez hay menos preguntas porque cada día más estamos cayendo en el individualismo y ya casi ni nos preguntamos a  nosotros mismos porque miramos hacia otro lado.

En otro de los actos a los que acudí durante la semana sí que hubo preguntas. Un acto organizado por el Consejo de la Juventud de Extremadura y la Agrupación Joven Abogacía de Badajoz donde un grupo de jóvenes se preguntaron en voz alta respondiendo con la mano y posteriormente con sus reflexiones. Expresaron su preocupación por la situación y porque cuanto más tiempo pasa, la violencia sigue y se expresa con más dureza. Se preguntaron y se respondieron sobre el miedo, porque no quieren ser valientes, quieren ser libres. La crueldad de esta lacra social se expande y como expresaron en sus intervenciones, ha aparecido un peligroso camino en los últimos tiempos que se ha comprobado con más realidad durante estos últimos días, como es el de "normalizar" la violencia, la descalificación y el insulto, llevándose hasta un límite insoportable en el discurso político como ha sucedido en el Congreso y en intervenciones de Diputados y Diputadas de Vox, así como otros responsables de la extrema derecha.

Y en ese hablar en silencio por el que a veces todos pasamos, donde nos preguntamos y respondemos desde el interior de la conciencia había que acudir y ser solidarios con el Banco de Alimentos acudiendo como Voluntario. Pude comprobar en las horas que estuve entregando las bolsas y recogiendo los alimentos la solidaridad de la mayoría de los ciudadanos, llamándome especialmente la atención el díalogo que mantuve con una pareja de mayores. "no llegamos a 900€ entre los dos, pero hay mucha gente que lo está pasando mucho peor que nosotros y hemos querido colaborar un poquito". Los seguí con la mirada y cuando se marcharon pude reflexionar unos segundos. Me respondí en silencio aplaudiendo el gesto y el detalle. Pensé que la vida a veces nos muestra espejos desde el que guardar un momento y la experiencia acumulada del rio de la vida te llena de momentos maravillosos como este.

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