"A veces, en un remanso de paz, al borde de la corriente agitada de las pasiones públicas, conversamos con un afín en ideas, con un amigo leal, sabio y bueno"....es una cita que encabeza mi blog. Tiene mucho significado y creo que resume bastante bien lo que son unos principios de actuación y de actitud ante muchas cosas. Y entre esas muchas cosas, se encuentra la política. La cita entrecomillada pertenece a Julián Besteiro. Un Socialista íntegro en el que los principios de actuación y decisión siempre vinieron acompañados de su lealtad a la Organización. Lealtad ante el Partido y ante sus compañeros. Lealtad incomprendida también dentro de la propia Organización en ocasiones, pero la política también tiene estas cosas. Y en estos últimos tiempos creo que uno de los factores de la falta de todo ello, es que no hay la necesaria cultura de organización. Y esa cultura del respeto a unas siglas y a ser leales con quien tiene la responsabilidad de las mismas, en estos últimos tiempos no se está compartiendo.
Hace unos días celebramos un Comité Regional del Partido en el que hubo varias intervenciones y debatimos sobre lo que está pasando en la actualidad en el país y en nuestra región. También sobre nosotros y nuestros deberes. También sobre lo que nos pasa e igualmente sobre la campaña que como se decía un día "hay cuervos negros que sobrevuelan y que nos controlan". Las intervenciones profundizaron en la necesaria fortaleza del Partido para recuperar la Junta en 2027. Una pregunta de la intervención de un compañero que lleva tiempo en el Partido y en responsabilidades, me pareció de lo más razonable ¿Qué espera la gente de nosotros?. ¿Qué somos nosotros?. El PSOE es una organización que tiene su fortaleza en sus militantes. He estado en muchos pueblos y en muchos actos. Hay un sentido de pertenencia único que pudiendo estar en malos momentos, siempre prevalece. De generación en generación y se comprueba sobre todo cuando te reencuentras con compañeros y compañeras. Y lo que la gente espera de nosotros son respuestas con esa fortaleza y que estemos construyendo políticas que resuelvan los problemas. Lo que la gente quiere es que hablemos menos de nosotros. Quieren que estemos ocupados y preocupados por ellos.
Las primarias llegaron un día para quedarse y son un ejercicio democrático que no practican todos los partidos. Son un argumento para escuchar a la militancia. Las tuvimos hace escasamente unos meses y los militantes elegimos a Miguel Ángel Gallardo como Secretario General. Ahora una compañera en su derecho ha decidido presentar su candidatura y los militantes tendremos que volver a votar. Y ante esta situación me surgen varias preguntas al igual que a muchos compañeros con los que hablo tanto de una provincia como de la otra. ¿Es necesario volver a repetir un proceso que genera tensión a la militancia tan sólo nueve meses después de haber elegido a la actual dirección del Partido?: ¿No es una falta de lealtad al Partido y a su Secretario General el provocar esta tensión alegando falta de unidad y de integración cuando el 40% de la dirección actual es de la candidatura que perdió las anteriores primarias?. ¿No es querer reconocer que la falta de unidad alegada es no haber querido reconocer un resultado de las primarias celebradas hace sólo nueve meses?. ¿No es querer reconocer que seguimos sin estar convencidos de que para ser más fuertes e influyentes tenemos que sumar todos y todas a un solo proyecto regional y no seguir pensando en los dos provinciales?. ¿ Acaso este sinsentido de repetir primarias en tan poco tiempo, no es ponerle una alfombra a la derecha que podría convocar unas elecciones autonómicas y cogernos sin credibilidad al estar en nuestros problemas y no en el de los extremeños?. ¿Dónde está la cordura y el sentido común de aquellos y aquellas que teniendo una responsabilidad han apoyado a que este proceso volvamos a tener que repetirlo en tan poco espacio de tiempo?.
Se necesita tiempo para valorar el nuevo liderazgo de Miguel Ángel Gallardo y eso no se está cumpliendo ni dejando desarrollar. Los cambios de liderazgo en las Organizaciones siempre necesitan de apoyos y de tiempo para conocerse y asumirse. El problema es cuando no se quieren reconocer y no se dan facilidades para que ese cambio se lleve a cabo. Quizás es esta una de las razones de este sinsentido de volver a someter a la Organización a este proceso. Un proceso que nos cuestiona y nos aleja de lo que ha sido siempre la cultura del Partido. Todo esto que se está provocando nos coloca en una situación más débil y hay quienes están aplaudiendo calladitos esperando que entre nosotros nos peguemos el tortazo. La falta de compañerismo y de lealtad a la Organización están dejando de estar en la agenda de la responsabilidad. Y cuando estos principios no son los que la marcan, aparecen los intereses y a partir de aquí la lucha política nos convierte a nosotros mismos en adversarios o enemigos. Porque ya lo decía Napoleón cuando le preguntaban "si el enemigo se equivoca, no lo distraigas"....y de todo esto pensemos que los que se benefician son los que actualmente están en el poder y los que lo sufren son los que confían en nosotros.
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