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domingo, 2 de febrero de 2025

Una actitud abierta....

Hace unos días paseando con amigos por el Guadiana reflexionábamos sobre las oportunidades que nos permite el contacto con colectivos ciudadanos para conocer y comprobar la ciudad y sus necesidades. Lo llamábamos la política de proximidad, la del contacto más personal. Esa parte que nos conecta con el ciudadano, que nos acerca. Decíamos que ese tipo de oportunidades permite relacionarnos y también comprobar la parte de lo cotidiano. Aquello que normalmente no se habla, pero que a veces aparece en alguna entrevista más personal en algún medio. Suelo decir que muchas veces no se entiende y es muy difícil representarlo, porque sencillamente o se vive con ello o no se puede comprender. Por ello hacen reflexionar esos momentos de la escucha activa y nos permiten aprender. ¡Cuánto podríamos llegar a aprender si practicáramos más el escuchar que el hablar!.

Por eso es muy importante la actitud que mantengamos. Una actitud abierta siempre va a ayudarnos. Porque a veces interpretamos que lo hacemos y realmente no se escucha. Y entonces no nos damos cuenta o no queremos enterarnos de que la persona está pensando que la actitud emocional no está siendo interiorizada. Porque mantener una actitud abierta es una de las mejores fórmulas para empatizar, para conseguir llegar al mundo de las emociones. Y en este tiempo, el sentido de las emociones hace más por compartir y llegar a entendernos que todo lo demás. Quizás es una de las pocas lecciones del rio de la vida del tiempo de la pandemia. Ha hecho cinco años y aún nos seguimos asombrando de hasta donde llegó todo aquello y sus consecuencias. Porque pasa el tiempo y parece que nos olvidamos. La sociedad no sólo es olvidadiza, también es perezosa. Quizás es que entre todos la estamos construyendo así.

Este fin de semana acudí a las migas extremeñas solidarias de Badajoz. Un año más había que mostrar la solidaridad con la Institución a la que se destina lo recaudado, pero sobre todo para cumplir con el objetivo que muchas familias y ciudadanos necesitan y el Banco de Alimentos cumple con esa función. Tempranito porque era lo suyo. Comer un plato de migas, un café y un trocito de jamón. Pasar un ratito y tener una conversa como me decía un amigo argentino, y a esas horas las migas que es uno de nuestros platos típicos entran muy bien. Riquísimas. Cuando regresaba me pilló el amigo Fernando. Fernando es uno de esos ciudadanos anónimos que graba vídeos de todo aquello que le parece y los ciudadanos lo conocen. Me preguntaba por lo que estábamos viendo. La cola de ciudadanos daba toda la vuelta a la Plaza de San Francisco. Este tipo de iniciativas son muy necesarias. Es como un impulso distinto y la ciudad lo agradece. 

El próximo sábado cuenta conmigo, me decía Vidarte. Esas III Jornadas de Participación Ciudadana tienen muy buena pinta y hablar de nuestra ciudad es algo que deberíamos de practicar mucho más. Me hacía reflexionar otro mensaje: Hay que hablar más de Badajoz y menos de lo que pasa a 400 km de distancia. De ser de Badajoz y sentirnos orgullosos de la ciudad donde vivimos. Actitud abierta, porque necesitamos hablar más de nosotros y de los problemas de nuestra ciudad. Nuevas emociones y a tomar decisiones. Otro compañero, una vez que recibió la invitación a las Jornadas que la Federación de Asociaciones de Vecinos desarrollaremos el próximo 8 de febrero en el hospital Centro Vivo me comunicaba que era necesario que la sociedad civil participe, cuente y no sólo que le cuenten y también opine, porque los gobernantes de la ciudad deberían ser más consecuentes y razonables si entendieran que desde la práctica de la participación, las políticas adquieren una dimensión con mayor grado de consenso y son mejor entendidas y asumidas por la ciudadanía, pero para ello es necesario e imprescindible creer en la participación de la sociedad civil.

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