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domingo, 24 de agosto de 2025

Aprendamos, para estar preparados....

Hace días que venimos escuchando por todos los medios y rincones de nuestro país testimonios de ciudadanos en relación con los incendios que estamos sufriendo. Es imposible no hacerse eco y empatizar con ellos porque son personas que están en una situación de tristeza y desesperación. Porque sienten como nadie en sus propias carnes las pérdidas que están provocando en sus vidas y en sus propiedades. También porque llevan toda una vida dedicados a lo que hoy se está desgraciadamente quemando y lleva tiempo abandonado. Aquello que posiblemente heredaron de sus padres y abuelos. Aquello que sienten como nadie. No porque sea sólo su medio de vida, sino porque lo quieren y lo trabajan desde toda su vida. Son momentos que hay que entender porque estamos hablando de proyectos de vida. De una vida dedicada durante generaciones a salvaguardar sus tierras y sus viviendas, sus campos y sus animales. Sus casas y sus sentimientos. Hemos podido ver como lloraban. Hemos podido comprobar como se quejaban. Hemos podido escuchar sus palabras y sus peticiones para que no los abandonen. Hemos podido comprobar como nuestro cuerpo se conmovía con sus testimonios y sus imágenes.

Hemos podido escuchar declaraciones de responsables políticos y de responsables de gobiernos. Declarando e informando de la situación de los incendios. Pidiendo medios y más medios. Pidiendo lo que no tenían para poder apagar los fuegos, cuando esta materia es competencia de las Comunidades Autónomas, si es que se puede hablar en situaciones como las vividas de esta forma, aunque la realidad competencial en nuestro país es esa. La España de las Autonomías. No es una cuestión de competencias en la que se tiene que basar el famoso relato para trasladar responsabilidades y culpa a otros, porque eso me temo que sería tratar de desviar el problema y no querer reconocer el encontrar una solución desde el consenso. Se trata de que se tomen en serio que las responsabilidades tienen que ir acompañadas de los recursos y los medios porque para eso se ha querido asumir la competencia. Porque las declaraciones no van a ocultar la falta de recursos y medios para hacer frente a unos nuevos tipos de incendios como los que estamos sufriendo en estos días y porque la ciudadanía de las Comunidades donde más se están sufriendo estos incendios cada día van a recordar las grandes pérdidas que van a tener que soportar.

Es triste que la polarización y la crispación de la política llegue hasta el último rincón de nuestro cuerpo. Es vergonzoso que se trate de responsabilizar a otros para ocultar tu propia responsabilidad. Es lamentable que la incompetencia, falta de previsión, planificación y dotación de recursos en muchos casos de algunos responsables autonómicos esté consiguiendo que una vez más salgan a la luz las miserias de esos incompetentes que han llegado a negar que estamos ante un cambio climático y que el futuro en cualquier ámbito nos lleva a que apostemos por tenerlo en cuenta y que basta ya de tanto negacionismo. Pasarán estos días y la huella de los incendios quedará imborrable en la mente de muchísimos ciudadanos que han perdido su proyecto de vida. Su casa, su campo, sus anímales y también en la memoria para siempre de aquellas familias que han perdido a un familiar. Y quedarán en su memoria porque ellos tienen que seguir viviendo y observando el día a día esta tragedia que no podrán olvidar. Vendrán ayudas económicas de los gobiernos y no podrán compensar las pérdidas. Se escucharán promesas que ojalá no se queden en las palabras y vendrán peticiones de responsabilidades que no se asumirán y que tristemente sólo servirán para seguir alimentando la crispación y la guerra política.

El Gobierno de nuestro país y las Comunidades Autónomas tienen mucho que reflexionar sobre lo que está pasando y los nuevos escenarios de estos incendios llamados de sexta generación. Porque son incendios capaces de cambiar las condiciones meteorológicas del lugar donde se producen y que superan la capacidad de extinción y dificultan su resolución como estamos comprobando. Es una situación de Estado porque es el país el que lo sufre, pero las Comunidades Autónomas que son las que tienen las competencias en materia de prevención y extinción de incendios forestales deben invertir en planes integrales y en medidas de adaptación al cambio climático. Pero no lo pueden hacer sin dotar de recursos y medios a sus propios efectivos y al conjunto del territorio. Deben invertir en sus recursos, así como establecer una política de fiscalidad acorde para quien mantiene y cuida su propio espacio verde. Esta sería una de las estrategias a llevar a cabo. Al igual que viene sucediendo en otras políticas, podríamos decir que hay que invertir y quien conserva, tiene que recibir, así como que quien contamina debe pagar.

1 comentario:

  1. No es fácil, buscar culpables en el caso de los incendios.-Lo principal está en el abandono de las zonas rurales, los pirómanos, las tormentas y las olas de calor, que han afectado mucho a ellos.-La mano del hombre, ni ha estado a la altura, no se ha actuado en su tiempo.-Los motivos políticos, han hecho que proliferen, cuando se han podido erradicar, sin sufrir las perdidas, tanto humanos como económicas.
    Cambiando de tema:Hemos leído los extremeños.-Sobre el Drama de La Presa de Alcollarin(Cáceres)
    Escándalo ecológico sobre el vaciado del Embalse de 50.000 millones de litros de agua.
    Donde están los medios de comunicación que no cuentan lo que pasa en Extremadura.-Intereses en todos los lugares.-Como en Extremadura, en ningún lugar

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