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miércoles, 6 de abril de 2011

Espacio público

Hace algunos años escribí en el interior de un libro que había que reivindicar la actuación crítica frente a las amenazas. Algunas de las amenazas a las que me refería eran la indiferencia, la pasividad, la apatía...de ésto hace más de 12 años. Tiene su relación con la actualidad de éstos días y no precisamente, que también, con  la presentación de un libro al que me referí en una entrada anterior.
En nuestra región, algunos no han superado esas luchas de los tópicos, de ciertos complejos, de las mentiras. Creo que es cierto, que una mentira señala algo más que una debilidad. Quizás es una estrategia que quiera envolvernos en hacernos más individualistas, en que pensemos más en lo de cada uno que en lo de todos; en que nos olvidemos, que defendiendo lo de todos, defendemos con más fuerza y convicción lo de cada uno de nosotros.
En un escenario donde la ciudadanía se pueda caracterizar con las amenazas que me refería al principio, hay un claro riesgo por la práctica de la transversalidad política, de influir con su decisión en las próximas elecciones.
La política es el espacio público que compartimos. Dentro de la política hay una confrontación de ideas, de programas, de medidas...de ideología en definitiva, porque ésta existe y define claramente a una opción de otra. Pero no puede valer todo, como se pretende desde el candidato del partido popular en la región, para quien el fin (el gobierno) justifica los medios (la mentira).
Es por ello muy conveniente que la ciudadanía conozca y participe, entre otras razones para que la política no esté secuestrada , para que la política no sea indiferente y sobre todo para que la política no entre en un espacio sólo de políticos y de jueces.

1 comentario:

  1. Un buen político nace y lo siente desde el corazón, todos debemos participar pero siempre desde la verdad como bien dices.
    No todos pensamos iguales pero la verdad, la coherencia y honestidad debería permanecer siempre dentro de los políticos, las mentiras no llegan a ningún sitio, y menos secuestrar publicaciones.
    Deberíamos todos intentar que la política no les sea tan indiferente a nuestros jóvenes.
    Como siempre una hermosa lección leerte mi querido amigo.
    Un besito Rosa

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