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domingo, 28 de febrero de 2016

Dignidad y trabajo.

Dicen que una imagen vale más que no se cuántas palabras...y creo que es así, porque hay imágenes que nos dicen más cosas que todas las palabras que pudieran escribirse sobre ella. Todos nos hemos podido encontrar en alguna situación, en la que después de esa visualización que hemos podido hacer o tener, hemos reflexionado en silencio. 
Hace unos días pude compartir un rato con algunos mineros que llevan algún tiempo con mucha incertidumbre. Estábamos en una reunión y siempre en éste tipo de encuentros, se impone una cierta seriedad. Previamente pude hablar con algunos de ellos. Me parecieron muy buena gente. Lo digo no solo por compartir su indignación, pues pueden perder su puesto de trabajo, sino por su franqueza y humildad. Durante éstos días están manteniendo un encierro. Una manera de expresar su lucha por sus puestos de trabajo, por mantener un proyecto de vida, por reivindicar su dignidad. Por la de ellos, pero sobre todo por la de su familias. 
Vemos imágenes en los medios de comunicación, en las redes y hasta escuchaba el otro día el himno de los mineros en un vídeo que finalizaba la manifestación que habían hecho en Badajoz. Aguantaron un temporal y me dijeron que se calaron hasta los huesos, pero que había que seguir luchando contra la intención de la empresa de acabar con la forma de vida de decenas de personas y familias.
Siempre en éste tipo de situaciones y de enfrentamientos sobresale una fuerza. La fuerza en forma de solidaridad de un pueblo y de sus ciudadanos hacia los más vulnerables, en éste caso, éstos trabajadores que pueden ver cómo se les rompe un proyecto. Ver y comprobar cómo se expresa esa energía y ese apoyo desde la ciudadanía, en cómo se apoya a través de distintas formas es una manera de demostrarles que su esfuerzo es compartido y valorado. Es comprobar ese "no estamos solos" que decían.
Este nuevo tiempo nos enseña cada día que no caminamos solos. Que cada día recorremos una parte de nuestro camino y avanzamos. Como dice Eduardo Galeano "al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos"...por ello, creo que no hay mayor nivel de coherencia individual que la de reivindicar y luchar por la dignidad de la persona y esa empieza por uno mismo, como están haciendo los mineros de Aguablanca.

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