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lunes, 2 de mayo de 2016

Con mucha clase.

Hace unos días escribía en éste confesionario personal a veces, y en otras caminante de los caminos que la experiencia y la vida nos marca, que la política del postureo se había convertido en la política nacional. En muchos escenarios lo encontramos y como que nos estamos acostumbrando a convivir con ello. Maldita sea con algunas cosas que empiezan a convertirse en costumbre nacional, porque nos hacen a todos ser un poco más ridículos y algunas otras perlas que me guardo.
Hace algún tiempo que leía en uno de esos libros que nos encontramos en los rincones de los espacios que todos tenemos, que tener clase es un don enigmático que la naturaleza otorga a ciertas personas sin que en ello intervenga su inteligencia, el dinero ni la edad. Ni por supuesto el ser más alto o más bajo, más guapo o menos guapo, más....poner todo aquello que se nos ocurra.
Es un estado de ser y de estar, es como una seducción, un arte de saber natural. Y a veces quien lo tiene ni siquiera seguramente lo sabe, pero hay rasgos y momentos en que ese estado sorprende y enriquece. Compartir éstos estados desde mi punto de vista enriquece. Casi todo lo que es compartir enriquece, pero hay momentos en que por supuesto gusta de compartir más.
Da igual el nivel social. Es algo más fascinante que se lleva dentro. Se encuentran en cualquier parte, a un lado de las derechas y al otro lado de las izquierdas. Sí, porque quizás así se identifiquen a los nuevos y a los tradicionales que en política caminan en éstas fechas. Pero siempre emergen algunos que merecen la pena.
Hoy el PSOE cumple 137 años. Ciento treinta y siete años de compromisos por conseguir una sociedad mejor, conquistando derechos, trabajando por la igualdad, de lucha por la paz, la libertad y la justicia social.
Aquellos que lo iniciaron debían ser unos tipos con mucha clase. Debían ser unos ciudadanos resistentes, atrincherados en su propia identidad y humanidad, tipos con un interés entre otros, el de aspirar a no perder la dignidad. Se escribe a veces que si aquellos que lo crearon hoy pudieran levantar la cabeza no dudarían en darles un sartenazo a muchos de los actuales dirigentes.
En dos meses estaremos votando de nuevo. Los perfiles de los candidatos son ahora más conocidos. Yo pediría que no creo que cueste mucho, que no se vuelva a caer en el postureo. Que éstos cuatro meses que han pasado, hayan sido válidos para algo. Para que se hayan dado cuenta de que los ciudadanos estamos cansados de tanta vanidad y orgullo y que seamos capaces de descubrir que en medio de tanta vulgaridad hay gente con mucha clase por la que merece la pena seguir confiando. Gente como aquellos que un día hace 137 años decidieron crear una organización...

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