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domingo, 4 de noviembre de 2018

No me consta...

Hay frases y relatos en política que serán difíciles de olvidar. Ha pasado siempre y existen libros de periodistas e investigadores que lo demuestran, pero es cierto que desde que las redes sociales nos acompañan desde el desayuno hasta las buenas noches, no hay día que no se pueda memorizar algún suceso o episodio que queda registrado y magnificado en mayor o menor medida. Maldita o bendita hemeroteca, que dicen algunos. Quizás es una de las ventajas que nos dan las redes y la prueba de algodón es que nadie escapa de haber publicado un tuit o frase que no quede en la memoria universal de las hemerotecas.
La frase "no me consta" fue portada años atrás, cuando a preguntas un tanto comprometidas a Dolores de Cospedal siendo secretaria general del PP, respondía de esta forma a unos supuestos cobros de sobresueldos en dinero negro. La verdad es que Dolores de Cospedal tiene frases y respuestas que algún día formarán parte de las más recurrentes del libro que se estará editando en algún lugar, como sucedió con aquella otra de "la indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido", en la que respondía a la pregunta de la indemnización que cobró el tesorero del PP. 
Se me ocurría volver a hacer públicas estas dos frases de la que fue Secretaria General del PP y valedora principal muy posiblemente, de que el hoy Presidente del PP lo sea, porque las últimas declaraciones publicadas en ese portal de noticias grabadas que me resisto a nombrar, la señalan como una de las protagonistas de uno de los capítulos de la serie de un famoso Comisario.
El resultado que los casos de corrupción provocan en la ciudadanía podría representarse como una escena de esa serie inacabada. Una de las consecuencias en la ciudadanía es la indignación inmediata, otra consecuencia es la que surge como decepción por las respuestas que dan los partidos que están involucrados, y el último son los posos de desconfianza general que unas y otras actuaciones van dejando en la sociedad.
Vivimos un tiempo en que todo camina a una velocidad que no se controla. Un tiempo que en política sufre permanentes convulsiones y en que nadie se atreve a predecir lo que pasará mañana. Es algo así como un jaque al rey. Se podría decir aquello de "no me consta", pero no tengo ninguna duda de que todo esto que está pasando está minando la credibilidad y la moral de la ciudadanía en la política, en su lejanía y distanciamiento total. Dudo mucho de que todo esto que está pasando, no esté alentando un estado de opinión donde los radicalismos y extremismos cada día tengan más seguidores y adeptos. Y ello es extremadamente peligroso, porque todo lo conseguido hasta ahora pudiera venirse abajo.
En una reunión de amigos hablamos de todo ello y alguien me dijo que recordara una frase de un Presidente de Estados Unidos, que dijo aquello de "se puede engañar a todo el mundo algún tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo"...

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