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domingo, 9 de octubre de 2022

No puede ser....

En esta última semana nos ha resultado complicado no hablar, escuchar o ver un vídeo que se ha difundido por las redes sociales y donde los chicos del colegio mayor Elías Ahuja, insultan y agreden verbalmente a las chicas del colegio de enfrente llamándolas con todo tipo de improperios por quedarnos solamente en esa calificación donde puede caber de todo. Al parecer y por las informaciones que se han estado publicando, forman parte de las "tradiciones". Tradiciones conocidas por la dirección del colegio y en la que hemos podido escuchar a algunas de las chicas a las que van dirigidos estos incalificables gritos como que conocían y asumían porque formaba parte de la tradición. Creo que todo esto es muy peligroso y nunca unas tradiciones deberían cruzar las líneas rojas de la educación y del respeto hacia los demás, porque entonces estamos hablando de normalizar algo que es brutal y que como tal calificación hace muchísimo daño y da una imagen nefasta de esos jóvenes y de ese colegio, donde aún más y por ser un centro educativo, debería prevalecer el respeto y la educación.

Hace unas semanas y en estas páginas escribía sobre la normalidad y la normalización y entre otras cosas, remarcaba lo peligroso de considerar normalidad todo aquello que nos afecta como ciudadanos. Y lo que ha pasado en ese colegio donde se llama tradición a lo que no tiene nombre, nos afecta a todos y todas. Y algunos nos preguntamos ¿cómo es posible que todo esto siga enmarcándose dentro de la tradición y se siga permitiendo por la dirección del colegio cuando se conocían estos vídeos de otros años ?. Una periodista de uno de los medios más escuchados del país, se preguntaba en antena sobre ¿qué es lo que estamos haciendo mal, que es peor todavía, para que se siga calificando de tradición lo que es machismo y cultura de la violación?. Cuando tenemos que enfrentarnos a cosas como estas y las interiorizamos no podemos permitir que esto quede como algo anecdótico o tradicional, porque entre otras razones los protagonistas de esta incalificable historia real son chavales que pueden ser algún dia el futuro del país.

Cuando cada vez que se produce un asesinato por violencia de género y al día siguiente nos concentramos en la puerta del trabajo durante un minuto que permanecemos en silencio, observo las caras de los ciudadanos que pasan por delante. Pasan por delante en una actitud de respeto como muestra de solidaridad con lo sucedido. Podrían sumarse a los que permanecemos de pie, pero desde su responsabilidad muestran su silencio. A veces escucho que ese minuto no sirve de nada. Y suelo responder que lo que no sirve de nada es permanecer callado sin manifestar nuestra repulsa de forma pacífica y en silencio, que a veces es la mejor forma de mostrar nuestra respuesta.

Es posible y debemos creerlo que será así, que esta historia no tengamos que volver a vivirla. Es posible que lo que vemos y escuchamos cuando se producen debates entre algunos políticos no vaya a cambiar por aquello de que seria como considerarlo anormal después del proceso de asunción de normalidad a la que nos han acostumbrado. Hay veces que las diferencias políticas no deberían ser un obstáculo para denunciar este tipo de actos que han sucedido en esta semana en ese colegio y responder de forma unánime denunciando esta cultura de la violación, pero cada vez me surgen más dudas cuando escucho decir a la Presidenta de la Comunidad de Madrid declarando que lo que "se está es desviando la atención de otros asuntos de interés", y es entonces cuando  recuerdo cada día ese minuto de silencio a las puertas de mi centro de trabajo.... NO puede ser, NO.

1 comentario:

  1. Estos y estás cachorr@s de las ultraderechas españolas, son un fiel reflejo de lo que maman en sus cómodas casas, donde papá y mamá los aleccionan para ser sus sucesores en el odio, en la falta de respeto a los "otros" ; porque ellos, y sólo ellos, son los elegidos, y pueden y deben hacer lo que quieran, sin más que control que ellos mismos, y sus sacrosantos y perpetuos beneficios. Y, si te llevan la contraria, golpe de estado. Pero que se tienen creído estos pobres!! Faltaría más, hombre!!!

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