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domingo, 31 de julio de 2016

#ExtremaduraEsAgua#

Llega a mis manos un ejemplar de una edición de la Junta de Extremadura que se titula "Razones para sentir, EXTREMADURA es agua". En su interior nos define lo que se entiende por piscina natural, playa fluvial o playa de embalse. Nos describe el catálogo entre aguas cristalinas, gargantas en paisajes espectaculares, piscinas naturales acondicionadas para el baño, una bandera azul (Sí), única en una playa de interior, embalses donde nadar y practicar deportes acuáticos...un sinfín de espacios protegidos por su alto valor medioambiental.
Sigo describiendo...las ganas de vivir de una tierra...la fuerza de la naturaleza que nos despierta la Sierra de Gata, las Hurdes, Cáparra. Verdes, ocres, aire, pureza...agua y naturaleza viva y verde, muy verde en la zona de Plasencia, La Vera, Valle del Jerte, Valle del Ambroz. Un lugar para soñar desde lo más alto...un lugar que rompe con lo desconocido y que conserva su hábitat natural...en la zona de Monfragüe y Campo Arañuelo. Un espacio que sigue tras las huellas de la historia de la humanidad...que recobra su identidad y que se descubre en la zona de las Villuercas, los Ibores y la Jara. Un lugar para disfrutar del paso del tiempo entre ríos de historia...un lugar para encantarse y pararse reconociéndonos en nuestros patrimonios en el Valle del Alagón, en el Tajo-Salor-Almonte con la Sierra de San Pedro-Los Baldíos. Un encuentro con encinas, alcornoques, jara, embalses, ríos...una comarca de sierra y agua en la Siberia, la Serena, las Vegas del Guadiana. La nobleza de una tierra fértil, generosa, llena de historia que mira a lo lejos y contempla cómo fueron muchos los que pasaron y nos dejaron su legado en la Campiña Sur, Tentudía y la Sierra Suroeste. Un reencuentro entre la sierra y la campiña, con una comarca que enriquece a la frontera y que nos sitúa entre dos países para recordarnos que hubo otros tiempos y que hoy ya no existen las fronteras como es la zona de Olivenza, Lácara y Mérida.
Somos un destino de interior diferente y que con 1.500 kilómetros de costa interior de agua dulce nos sitúa en una excepcional oportunidad con unos recursos excepcionales para disfrutar del turismo.
Hablaba con un amigo una vez que tuve oportunidad de conocer este catálogo y le decía que aprendí a nadar en un "charco". Le llamábamos "el Puente". Estaba en una zona un poco alejada del pueblo, aún así éramos muchos los que íbamos a bañarnos. Por aquellos años sólo había piscinas en las ciudades. 
Hoy tenemos la gran oportunidad de compartir esos maravillosos "charcos", hoy tenemos un inmenso patrimonio natural. La naturaleza lo hace posible y tenemos que hacer de ellos un espacio con más ganas de vivir, de soñar, de romper con la historia pasada, de reconocernos en nuestra grandeza y nuestro encanto...de vivir en verde a través de nuestras dehesas...y decir en alto que Extremadura es un maravilloso espacio natural donde la naturaleza y el agua se dan la mano saludando éste nuevo tiempo.
#ExtremaduraEsAgua#






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