Vistas de página en total

lunes, 31 de julio de 2017

Entre ida y vuelta...

Esta mañana en la ida al trabajo durante el recorrido a Mérida me puse en modo reflexión. Trataba de repasar lo sucedido en este fin de semana. Encuentros, conversaciones, decisiones...lo normal en un evento como el celebrado: Congreso del PSOE de Extremadura. Acudí desde la tranquilidad de no tener que decidir sobre nada, pero sí desde la responsabilidad de aportar y ayudar en aquello que se pidiera. Siempre he dicho que se aprende cada día y más escuchando, que hablando.
Normalmente los congresos suelen ser de mucha discusión y de mucho "pasillo". Todos queriendo estar en algún sitio, aunque ese sitio fuera sólo estar en alguna conversación que tuviera algún tipo de interés. Se suele decir que los congresos se hacen más fuera que dentro, o que se celebran dos congresos. El de aquellos que quieren estar y el de aquellos que quieren ser. No es exactamente así, pero los que hemos asistido a alguno, ya sabemos que hay tiempo para casi todo.
Pero esta mañana me costó centrarme en los temas de la semana. Suele suceder que durante la ida y la vuelta hay tiempo para reflexionar, para hablar, repasar asuntos del día...pero esta mañana resultó difícil. Ni el ruido de la emisora hacía que me sumergiera en la reflexión. La mirada hacia el frente y las líneas discontinúas que me deslizaban y acercaban casi sin darme cuenta. Pensé que sería el fin de semana. No haber descansado estaba haciendo mella.Y mira que llevamos congresos y alguno de ello marcó un camino. Un camino con curvas pero compartiendo un tiempo y una etapa de la vida.
Esta tarde repasaba algunos poemas de un libro. Fue una noche en la Alcazaba su presentación y resumía la obra poética de Angel Campos Pámpano. La vida de otro modo, su título. En mi mania de escribir en el interior de los libros, aquella noche escribí: me llamaba asistir. Quería asistir. Un momento en silencio, es un momento bello de disfrutar. Tener paz interior. Compartes y sientes. Te apasionas cuando vives ese momento de silencio en la soledad del camino de la noche. Que fácil resulta a veces sentir. Escuchar unas palabras de un poema saliendo de una voz con sentimiento.
Puede que esta entrada se convierta en algo que no se entienda. Puede que incluso el momento de sentarte delante de la pantalla y escribir se pare por un tiempo. Puede que sea la proximidad del tiempo de las vacaciones. Puede que se ponga la cuenta a cero para emprender un nuevo proyecto. Quizás sean las emociones y los impulsos que se acumulan los que necesiten de la reflexión y el descanso, aunque no por ello abandonaremos la lectura y la paz que despiertan esos paseos desde la distancia con la observación de la luz del día. 
A veces sólo un gesto es suficiente para salvar el día.Y escribir tal vez es ese gesto que prolonga el latido de los pulsos hasta la sed secreta de los sentimientos. Es posible que escribir sea perderse en el lado oscuro de la vida, en la memoria de cada uno,en los reencuentros del viaje de la ida y la vuelta. Escribir puede que sea una ventana para comparecer ante los demás, para que los ojos reflejen el interior de las palabras. Unas palabras que hoy son un mensaje de apoyo para que sigas adelante. A seguir luchando por la vida. Eso es lo que pido en mi viaje a la vuelta, porque no hay otro modo mirar las cosas sin perderlas del todo...entre la ida y la vuelta.







No hay comentarios:

Publicar un comentario