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domingo, 15 de octubre de 2017

Vivir de distinta manera....

Una chica tomando café te saluda y te observa. De pronto te dice que si tienes pañuelos. No la entiendes y te lo repite. Parece confundida pero no es así, está pensando en si necesitas algo. Alguien que la conoce se da cuenta de que parece necesitar algo. Pero no es así. Ella no está pidiendo para sí, se ha percatado de que tienes un respirar un tanto dificil e interpreta que necesitas desahogar tu nariz, porque le ha parecido que tu respiración es un poco complicada y necesitas evacuar algo de mucosidad.
Esta situación es un momento que puede pasar cada día. Cada día nos podemos encontrar situaciones parecidas. Este tipo de situaciones puede que no sea la normalidad, pero sin embargo a mí si me dicen cosas. La gente es más sensata y tiene signos de preocupación que en casos como este puede que se den con más  normalidad de lo que parece. Asistimos a un momento concreto, pero que dice mucho de las personas que tienen alguna diferencia física, motora o psíquica, alguna discapacidad, y que suelen ser más intensamente sensibles a los problemas de los demás, porque parecen mostrarse con más cordura y sensibilidad que el resto de las personas. Esto es siempre así. Una vez escuché y leí que el mayor signo de solidaridad se suele dar en la gente que tiene mayor humildad.
Me hizo reflexionar este momento del día de hoy. Me sucede que siempre que veo o tengo la ocasión de estar en un momento de éstos, me viene el momento reflexión. Personas con diferencias se muestran así de naturales y sencillos. No suele suceder en personas que no tienen este tipo de problemas. Y además apunto algo: no quiero dejar de sensibilizarme viviendo situaciones como estas. Nos podemos decir lo que queramos, pero el momento de sensibilidad y ayuda que muestran este tipo de personas no tiene precio. Suelo ver situaciones cercanas a las descritas porque cerca de mi parque suelen pasear niños y niñas con discapacidad. Los observo cada vez que tengo oportunidad y pienso que en este mundo tan complicado, ellos deben vivir su felicidad de otra manera o quizás no. Nunca llego a saberlo porque no he querido preguntarlo. Suelo compartir ese momento desde la observación, con el silencio y el disfrute con sus gestos, con su sonrisa.
El día que deje de mostrar mi sensibilidad en sus diversas formas al ver esta escena pensaré que este mundo me ha cambiado. No creo que ese momento suceda. Porque quiero seguir preguntándome y escucharme en el silencio mientras vivo ese momento. Es uno de los momentos en que el silencio de tu corazón lo dice todo y pienso que ello me ayuda a seguir valorando la vida, a las personas que quiero. Es uno de esos momentos en que no necesitas que nadie te toque para sentirte vivo.
No me asaltan las dudas por ello. Me reafirma en la necesidad de poner en valor las cosas que no tienen precio, que el tiempo en ese momento no pasa porque parece que se para observando. Son las cosas que nos hacen sentir, son algunas de las cosas y escenas que quiero seguir compartiendo porque se trata de vivir adentro y disfrutar de ello...se trata de vivir esos segundos que la vida te regala y que sencillamente te hacen sentir  y vivir la vida de distinta manera.

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