Sobre sentencias y opiniones...

Una semana más y este nuestro país camina despacito. Una semana más que se habla de una sentencia de un Tribunal. Una semana más con la que llevamos 15 días desde que votamos y se sigue intentando sumar apoyos para formar Gobierno. Una semana más y algunos siguen sumando esfuerzos para que nuestro país inicie una nueva senda. Otros partidos, en vez de reconocer y de apostar por quien ganó las elecciones, siguen criticando el preacuerdo del PSOE y de Podemos y eso que todos ellos tenían como lema de campaña la palabra España. Por cierto, un preacuerdo que ha sido ratificado por el 92% de las bases socialistas.

Está claro que hay sentencias que sentencian y esta del caso de los "ERE" es de las de categoría que podría calificarse como demoledora. Habrá que ver cuando llegue el momento de la decisión final del Tribunal Supremo, pero como suele pasar el daño que se le está haciendo ya a algunas personas será muy complicado que el alto tribunal lo vaya a limpiar. Se han estado haciendo comparaciones entre esta sentencia y la del caso Gürtel, pero a la vista de los fallos, de los pronunciamientos y de los análisis publicados de expertos juristas y de quienes han valorado las sentencias, éstas no son iguales para nada. Como dice la sentencia de Gürtel: es un “auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional a través de mecanismos de manipulación de la contratación pública” en Administraciones gobernadas por el Partido Popular durante al menos una década. Y en la de los EREs "es un sistema de ayudas públicas a empresas en crisis fuera del control previo de la Intervención General de la Junta de Andalucía" en la que una voz autorizada, como es la del Jurista y Catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo analiza que existe una gran contradicción porque "se produce una quiebra entre el relato fáctico y la fundamentación jurídica, en la que el Tribunal se esfuerza en argumentar que los hechos que figuran como probados son constitutivos de los delitos de prevaricación y malversación, pero no lo consigue” y queda por ver que el Supremo ratifique el fallo.

Pero sí que fuera del ámbito estrictamente jurídico, hay un algo en lo que no hay que ser muy experto para poder valorar la trama de corrupción de Gürtel y del fraude de los ERE, diciendo que tanto una como otra, deterioran la imagen de los dos grandes partidos de nuestro país. Un argumento en el que existe una coincidencia general. Cuando las palabras fraude y corrupción son las que más se repiten en la calle y en los medios, es difícil que la sociedad no haga su propio relato, porque son palabras demasiado conocidas y cuyo significado no hay que buscarlo, porque la ciudadanía lo tiene identificado. 

Y siempre que hay sentencias como las referidas, hay valoraciones de tipo jurídico, técnico, mediático y también políticas. Aquí es donde no hay unanimidad nunca o casi nunca. Las juristas tienden a la interpretación de los argumentarios jurídicos y su relación con los hechos y su encaje legal, las técnicas son similares, las mediáticas son interesadas y también tienen su fundamento basado en opiniones que dependen a veces de variables motivaciones...y las políticas a veces tienden a articular un aprovechamiento interesado que en ocasiones puede jugar en un campo o en el contrario dependiendo de los afectados, inculpados o sentenciados...y después de todas ellas, hay otras valoraciones, que son las internas, que en este caso de los ERE desde mi opinión, no han sido muy afortunadas ni elegantes hacia las personas que un día tuvieron la más alta responsabilidad en la Junta de Andalucía y en el PSOE.