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domingo, 1 de diciembre de 2019

Más allá de las discrepancias...

Leía un libro este pasado verano, que venía a decir que la política debe aprender a tomar decisiones con un conocimiento incompleto, en un escenario complejo y lleno de incertidumbres. Se analizaba en el mismo los últimos resultados electorales de los partidos en nuestro país y las perspectivas electorales para los próximos años. En alguna ocasión hemos escuchado que en política lo normal son ciclos de unos ocho años, aunque con los tiempos actuales esto puede romperse. Pero nadie ha pedido como resultado esta situación y todos colaboramos a que ello sea así, por lo que los especialistas de los partidos deberán articular una estrategia que recupere el mayor número de opciones, para que las decisiones sean lo más acertadas posible, teniendo en cuenta que igual para llegar al acuerdo, es seguro que no va a haber unanimidad ni dentro ni fuera y habrá que elegir entre desentonar un poco con los propios o buscar los puntos en los que el adversario necesario pueda prestarnos su apoyo.
Y en esta coyuntura es posible que nos encontremos, a la vista de cómo van las reuniones para los apoyos en busca del futuro Gobierno. Curioso es que antes todo se publicaba y nadie se quejaba porque se hiciera así, pero también se criticaba porque había quien entendía que había un exceso por presentar antes las cosas a los medios que a la propia parroquia. En esta última semana cada partido integrante del preacuerdo ha realizado con sus bases una consulta. El texto de las preguntas del Psoe y Podemos inducía al voto afirmativo y el resultado ha refrendado el preacuerdo firmado. Podríamos decir que todo ha sido "políticamente correcto".
Pero en cualquiera de los casos es necesario el sentido de la autocrítica, porque del pensamiento crítico nace el contraste y la pluralidad de las opiniones en el seno de los partidos y más cuando se trata de una situación tan compleja como la que se nos avecina, donde nos vamos a tener que acostumbrar a ver la discrepancia como algo natural. Porque moverse en un escenario de la coincidencia total, siendo muy necesario, se antoja como algo que va a ser imposible. 
Y en el escenario de la discrepancia nos encontramos. En el de la presión también: mediática, económica, la interna y la externa Por la izquierda y por la derecha. Por los que se consideran imprescindibles y por los que nunca han querido y así les ha salido la jugada. Por los que se apellidan republicanos, pero solo para ellos. Por los que exigen "y de lo mío qué". Por los que la misma noche dijeron "no es no" y por los que quieren que su opinión siga escuchándose también...y hay más discrepancias, que están esperando sentados en una mesa.
El caso es que Pedro y Pablo están más callados, lo que no quiere decir que no hablen. Pueden estar pensando que las militancias han hablado, pero esto no es suficiente porque se trata de formar Gobierno y para ello se necesitan millones de apoyos más allá del de las militancias y mucho más allá de las discrepancias.

2 comentarios:

  1. Es lo que hay. Y en las circunstancias actuales mejor el silencio que meter la pata.

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  2. Chaman...chaman, no me gusta lo del silencio, y no es que no te entienda, pero es que esta sociedad no puede acudir a la resignación. Un abrazo

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