Vistas de página en total

viernes, 31 de diciembre de 2021

¡Adiós 21....Vamos 22!

Estamos a punto de pasear por las últimas horas de 2021. Un año complicado, uno más, pero para mí un año que no podré olvidar. Cuando llegan estas fechas se suelen hacer resúmenes y dentro de ellos, asoman y ocupan nuestro espacio los recuerdos. Recuerdos y momentos con los que estaban y ya no están. Esos abrazos y esos besos. Esos espacios vacíos. Esos sentimientos que se guardan y no se olvidan. Esas miradas hacia algún lugar en el que poder volver a abrazarse. Sentirse recibiendo ese amor inolvidable e inigualable. Ese calor desde aquel primer día que abristes los ojos y que cogistes la mano con tu dedo. Quizás es que son las fechas las que nos llevan a ello y cuando sitúas la mirada en alguna parte, estas deseando reencontrar esos ojos que te dieron la vida y esas primeras palabras que no olvidarás jamás. Sí, son nuestras sensaciones y recuerdos que quedarán para siempre en el espacio de nuestro corazón.

Tengo la sensación en muchas ocasiones de que es como si nos hubieran robado otro año más de nuestra vida, uno más, porque no ha sido el primero. En alguna ocasión hablando con unos vecinos mayores me decían que para ellos estos dos últimos años han sido como quitarles unos años de vida y no es lo mismo con una edad que con otra. Si a vosotros siendo jóvenes, el virus os ha quitado meses, ¡a nosotros nos ha quitado años porque nuestra vida ya es más corta! Nos decimos a nosotros mismos, quizás más con un afán de decirlo sin más que de creer en ello, que el próximo será mejor. La ilusión que mueve todo lo que pueda mover, es una guía que nos debe motivar a pensar en ello. Tratar de agarrarnos a algo para pensar en positivo. Seguro que tenemos más de un motivo para pensarlo y luchar. Salud, familia, trabajo, estar cerca de los tuyos, ver como una personita pequeña sigue creciendo y te hace reir. Así es la vida, hay que vivirla. Porque la vida nadie nos enseñó a vivirla. Nuestra experiencia del rio de la vida nos lleva a seguir aprendiendo cada día. De los aciertos y de los errores, porque como hemos dicho en alguna ocasión, la unanimidad no existe y este camino que un día iniciamos, tenemos que construirlo cada día. Hay que seguir adelante y disfrutar la vida.

Pensar y vivir lo importante. Lo que merece la pena. Con el tiempo nos vamos dando cuenta de que aquello que disfrutamos es lo que tiene realmente valor. Y no es mucho más que aquellas pequeñas grandes cosas que consiguen hacerte feliz. Y nos lo está demostrando con mayor claridad este tiempo que vivimos. Lo verdadero es ser dueño del tiempo que vives y disfrutar con las cosas que quieres, porque como ha dicho Bucay "el tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido" y no hay nada más cierto que esta frase.

Y voy a terminar mi última entrada del 2021, saludando al 2022. Porque en el próximo año recuperemos la normalidad por fin. No la normalidad que nos vinieron contando, sino aquella del sentimiento, del silencio, del espacio, del aire limpio para respirar, del contacto y del beso sin mascarilla, del saludo de toda la vida, del abrazo con efusividad y de la sonrisa a carcajadas....para seguir diciendo y sintiendo que seguimos perteneciendo al mundo de los afectos y de la pasión. Seguiros cuidando porque nadie mejor que uno mismo para hacerlo. #MuchaSALUD amigos y amigas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario